jueves, 5 de noviembre de 2009

Dirección de Equipos

Conocer cómo piensan los demás


La Comunicación verbal y no verbal en muchos casos muestran signos contradictorios: Decimos algo pero estamos pensando otra cosa.
Conocer cómo piensan los demás seguramente exija un periodo de aprendizaje que implica descubrir e interpretar el lenguaje no verbal del otro.
Podemos utilizar diferentes herramientas para este aprendizaje
- Concentrarnos en escuchar y observar las reacciones de los demás
- Capacidad de empatía: ponerse en el lugar del otro
- Uso correcto de los estereotipos: todos los tenemos

Y además podremos aplicar las habilidades que vayamos adquiriendo en procesos de negociación
El objetivo de este artículo es indicar algunas pautas para aquellas personas que dirigen equipos, y proporcionar ideas y herramientas que les sirva de ayuda para dicha finalidad.


Aprendizaje

La forma de actuar de las personas es diferente ante las mismas situaciones, incluso normalmente nosotros mismo actuamos de forma diferente ante la misma situación si las condiciones de entorno varían o simplemente aumentamos nuestra experiencia.

Ejemplo

Juan es un gestor de proyectos que acaba de empezar a trabajar en un proyecto muy exigente. Recibe una gran cantidad de llamadas telefónicas y de correos electrónicos que debe interpretar, buscar consenso y dar respuesta, por lo que gran parte de su tiempo lo dedica a la comunicación, labor fundamental para un gestor de proyectos.
El problema es que no tiene tiempo para planificar y definir procesos o mejoras de los existentes para optimizar los flujos de comunicación y que sean realmente eficientes.
Al principio del proyecto, recibe el input de las llamadas y correos, y solo tiene capacidad de redirigir las peticiones a las áreas técnicas correspondientes, para solicitar una respuesta. Esta no llega por el canal adecuado, a veces ni llega y es necesaria una persecución “in-situ”. Tampoco llega con la suficiente rapidez, con el consiguiente estrés para Juan, y tampoco llega con el grado de compromiso adecuado.
Otros jefes de proyecto hacen uso de una actitud más distante, no se involucran tanto e intentan resolver los problemas conforme llegan. Son pasivos.
Al cabo de tres meses, y sin el compromiso necesario del cambio por todas las partes involucradas, la actitud de Juan se vuelve también pasiva, funcionando como el resto de gestores.

Un primer paso que debemos dar en un entorno dado, es recibir la información de todas las partes involucradas, todas estos datos son subjetivos, y nos permitirán realizar una primera valoración para identificar la forma de actuar de las personas: de qué forma se lleva a cabo lo que hacen, por qué lo hacen de esa manara, disposición al cambio, capacidad de adaptaciones etc..., Podríamos resumir que debemos hacernos “empáticos” con el entorno.
Esta información debemos obtenerla a través de lenguaje verbal y no verbal (Observación). La primera barrera que encontramos a la hora de recabar esta información es el nivel de interlocución profesional con la otra persona. Aunque hoy en día las empresas están menos jerarquizadas, la estructura nunca es plana. Cuando partimos de una posición de poder sobre nuestro interlocutor, normalmente encontraremos una posición de reticencia. El objetivo de un buen líder es lograr la sintonización con dicho interlocutor, que debe eliminar esas reticencias iniciales y facilitar la comunicación.
Este escenario es también aplicable a cualquier tipo de negociación. Aunque las posiciones de poder sean semejantes, de hecho, es lo deseable, el propio concepto de negociación en un mundo tan competitivo como el nuestro, conlleva presentar reticencias iniciales, dobles juegos, intereses ocultos,…
Para obtener sintonización debemos mostrar reconocimiento, hacer que nuestro interlocutor actué tal y como es. Se trata de una herramienta que nos permitirá obtener mayor predisposición y receptividad de nuestro interlocutor acerca de lo que queremos pedir u ofrecer. El reconocimiento debe ser real, sin falsedades, se trata de un reto de empatía.
Hagamos el siguiente ejercicio aplicado a nosotros mismo y a los demás.

Pensemos en la última reunión de trabajo a la que asistimos,
- ¿Cómo eran los participantes?
- ¿Les etiquetamos por su aspecto y primeras palabras ó esperamos a una intervención con entidad?
- ¿Los participantes suelen defender su posición, o tienen una visión más global e intentan entender los argumentos del resto de interlocutores aunque parezcan ir en contra de sus intereses?
- Siempre hay personas que tienden a monopolizar el tiempo de las reuniones, ¿es una muestra de inseguridad ó se trata de un acto de afirmación de su posición?
- También existe el rol contrario, personas que casi no hablan ni participan, ¿inseguridad ó simplemente que es mejor escuchar y después actuar?

Toda esta serie de preguntas y otras más, podemos hacerlas con el objetivo de intentar entender cómo piensan los demás.

Al final siempre hacemos un juicio de cómo son y actúan los demás, lo importante para comprenderlos, es saber el porqué nos hemos hecho ese juicio.

jueves, 15 de octubre de 2009

El relato

Día 5

Upss está sonando la alarma del reloj: ya son las 07:30, que sueño tengo, siempre me pasa lo mismo, trasnocho y al día siguiente me levanto hecho polvo. Otro lunes y otra semana por delante, encima hoy me toca ir a una reunión en Madrid: seguro que me pillo el gran atasco y ya empiezo la reunión cansado.

Juan se acaba de levantar. El estado de ánimo determina como afrontamos los retos diarios, ¿por qué ocurre que este estado es siempre bajo al empezar la semana y va subiendo día a día conforme nos acercamos al fin de semana?, ese el objetivo, llegar al fin de semana, piensa Juan.

- Buenos días chicos, buenos días cariño.
- Buenos días Juan ¿has dormido bien?
- Bueno, a trompicones, vaya rachita que llevan los peques, ya no recuerdo qué es dormir de un tirón.

Juan no se “acuerda” qué quien realmente se ha levantado para ocuparse de los niños ha sido su mujer, sin embargo, sí recuerda ese momento entre sueños de oír a los pequeños pidiendo algo.

- ¿Cómo tienes el día?
- Pues me toca ir a Madrid a una reunión con los pesados del cliente, seguro que viene el tal Oscar, vaya pelmazo de tipo, siempre buscando las interpretaciones más rebuscadas y alargando la reunión para no llegar a ninguna conclusión.
- ¿Y no puedes pararle los pies?
- Más quisiera yo, ya sabes que el cliente es el cliente, y aunque intentes llevarle a tu terreno, siempre has de ser diplomático. Me gustaría saber que piensa la gente de verdad en una reunión y que esos pensamientos se transformarán de repente en audibles, ¡lo que nos íbamos a reír!.


Mientras los niños acaban de desayunar y vestirse para ir al colegio, los pensamientos de Juan transitan entre la preparación de lo que tiene que contar en la reunión y el sentimiento de envidia sana, como él dice, de aquellos que no tienen que madrugar para trabajar, que no sufren atascos y que se sienten realizados con su vida laboral…., - ¡admiro a esta gente que les encanta lo que hacen y encima les pagan por ello!

En ese momento suena el timbre de la puerta, ha llegado la chica que limpia la casa, viene todos los días a las 08:00 de la mañana, para lo cual se levanta a las 06:00, y después de cerca de una hora y media de tren-cercanías y autobús llega a la casa de Juan, dejando a su niño pequeño con el marido para que le lleve al colegio.

- Buenos días Cristina. - Buenos días señor.

Instantes después, y con un lacónico beso de despedida a su mujer, Juan sale por la puerta con los niños.
Normalmente el día siempre guarda un primer momento de tensión en el coche a primera hora. Juan pasa por el estrés de aparcar en el colegio, nunca hay sitio y siempre hay alguien que aparca mal y no deja pasar al autobús. Posteriormente el atasco de la carretera, gente con prisas que se cambia de carril de repente, algún accidente, y no digamos si llueve. El primer día de lluvia tras la vuelta de las vacaciones de verano es un autentico caos.
Y al final también tiene que buscar aparcamiento en las oficinas del cliente, no hay un parking público cercano y en la calle aplica la ORA del ayuntamiento, así que Juan tiene que ir a un descampado a diez minutos donde se amontonan los coches de la gente que trabaja en las oficinas de la zona.
Juan siempre llega cansado al trabajo, resoplando y malhumorado. En el camino andando a la oficina del cliente entra en un bar para tomarse un café y se fija en las personas que hay dentro: una mujer que tiene pinta de ser la dueña del negocio, le atiende amablemente detrás de la barra mirándole pero sin verle, hay otras dos mujeres desayunando y hablando de forma animada. Un hombre juega a las tragaperras y un anciano con boina y bastón, se toma un café que tiene pinta de ser carajillo, mientras mira absorto las noticias de la televisión.

- ¡Qué envidia! Piensa Juan, todas estas personas seguro que viven plácidamente y no tienen las preocupaciones que tengo yo…
Juan no reflexiona, porque no conoce la historia de esas personas, no sabe que la mujer de la barra está pensando cerrar el bar por falta de clientela, que las mujeres que están desayunando sienten sus vidas vacías y ese café mañanero es su mejor momento. El hombre de las tragaperras se gasta su sueldo jugando y el anciano que mira la televisión está sólo, sus hijos le han olvidado.
Y Juan sale del bar, y seguramente nunca volverá a ver estas personas, ¿quién se acuerda de los miles de rostros que nos cruzamos incluso en la calle donde vivimos?

La jornada laboral transcurre para Juan. Termina la reunión después de dos horas y le toca volver a su oficina, escribir el acta, leer los mensajes del correo electrónico, redactar el informe del proyecto en el que trabaja, comer, otra reunión con su jefe por la tarde, otro café….

Son las 21:00 horas y Juan se va a casa. En el camino se siente más contento, el lunes ha pasado y como oye por la radio del coche, ya queda menos para el fin de semana. Ahora podrá relajarse un rato por la noche viendo la televisión, seguro que le mantendrá distraído sin tener que pensar en nada.
Juan no sabe que su mujer esta triste, que está deseando hablar con él de cómo ha sido su día, que también está cansada después de estar la tarde con los niños, bañarles, hacer la cena y acostarles. Que ese día le ha llamado su madre para desahogarse con ella porque su padre la hace la vida imposible.

- Buenas noche cariño, ¿Qué tal los niños?
- Buenas noches Juan, los niños bien, ¿Qué tal tu día de trabajo?
- Pues lo que te contaba esta mañana, un rollo la reunión, después mi jefe me ha llamado porque bla,bla,bla.


Su mujer le mira, pero Juan no se da cuenta, sólo quiere ir a cenar, sentarse en el sofá y ver la televisión. El lunes acaba, no es un día más, es un día menos.

martes, 13 de octubre de 2009

Happyshifter

Día 4

Este fin de semana he conocido el concepto de los happyshifters a través de un artículo en el periódico expansión. A modo resumen, conseguir hacer “happyshifting” es obtener la felicidad a través del trabajo, dar sentido a nuestras vidas y ser feliz a pesar de los pesares, trabajando; y en este caso estoy citando literalmente partes del artículo. Incluso se dan cifras: 57% menos de posibilidades de dejar la compañía y se esfuerzan un 87% más.

Me gustaría saber cómo consiguen obtener estas cifras.

El articulo continua describiendo a estas personas, asemejándolas a un personaje de una película (“En busca de la felicidad”), no tienen la disyuntiva de la conciliación trabajo-vida personal porque consideran positivo el sacrificio de trabajar mucho, a través de lo cual obtienen la felicidad, y sin tener que llegar a ser adictos al trabajo.

Me pregunto qué definición de felicidad están utilizando, aunque también pecaría de soberbio si la mía, la considero la más objetiva: definiciones de felicidad hay muchas, como interpretaciones de las verdades.

Los happyshifters no tienen miedo a escuchar su conciencia y se plantean lo que quieren ser y hacer el resto de su vida.

La conciencia se da de bruces con el muro de la realidad. Pasamos nuestra vida planteándonos que queremos ser y hacer el resto de la vida. Quizás sería más rentable dedicar unos minutos al día para pensar en quiénes somos y que estamos haciendo ahora, y de paso valorarnos mejor a nosotros mismos.
El happyshifter necesita sentir que lo que hace tiene sentido, ¿y quién no? amigo periodista. Cuando escribes y expresas a los demás tus pensamientos y opiniones es una muy buena forma de dar sentido a lo que haces.

Pongo una lista de profesiones:
Médico, Empresario, Economista, Tendero, Albañil, Comerciante.
¿Dónde creéis que podríamos encontrar mayor número de happyshifters?
Todos necesitamos buscar un sentido a lo que hacemos, incluso si ese sentido es sacar una familia adelante. Todos necesitamos sentirnos realizados, en este caso sí parece que los happyshifters tienen ventaja.
Finalmente el artículo nos da 10 razones para seguir en un puesto y otras 10 para dejar un empleo, ¿no bastaría con una razón en cada caso?

viernes, 9 de octubre de 2009

La entrevista de trabajo

Día 3

Hoy me gustaría reflexionar sobre las entrevistas de trabajo. He pasado por unas cuantas con diferentes métodos de “evaluación”: cuando acabas la carrera, los típicos test de inteligencia y personalidad, eres joven y no te preparas demasiado la entrevista, vas de sobrado. En algunos caso ya te das cuenta que tipo de perfil se pretende por parte de las típicas consultoras de negocios.
Alguien muy cercano me dijo un día que todos los trabajos conllevan valles, es cuestión de tiempo, así que como parte de mi búsqueda y ya trabajando, continué buscando alternativas y pasando por nuevas entrevistas.
Qué buena aquella vez que me llamarón cuatro ó cinco veces, primero para que me evaluaran diferentes gerentes y el director y después y haciendo uso de mi coche, para llevarles a clientes suyos con el objetivo de vender mi “perfil”. Qué gran día aquel que fui con un gerente a MS y les dieron plantón. En la segunda ocasión sí fuimos recibidos, la única “pega” es que la posición no tenía nada que ver con mis conocimientos, gran trabajo de evaluación por su parte. Ya no me volvieron a llamar
También he participado en procesos de selección con empresas especializadas de “recursos” humanos, en este caso te preparas la entrevista y haces caso de los consejos que pretenden que ofrezcas la mejor imagen de ti mismo, porque es eso lo que enseñas, una imagen. En una ocasión estuve a un paso de cambiar y no me decidí y en otra ocasión sí me decidí y no me dejaron irme, da igual, es historia, pero era necesario hacer una reflexión que no hice.
En mi última entrevista, me ofrecían el mismo puesto que había abandonado (ver prologo) en un inteligente y avispado acto de lectura del curriculum (perdón por el tono irónico), pero casi sentí alivio porque esa no es mi búsqueda.
En una entrevista de trabajo evalúan tu inteligencia racional, intentan descubrir tus capacidades, cuando ni siquiera tú las conoces, te defiendes, inflas tus virtudes y escondes tus defectos, examinan tus gestos corporales, tu presencia física, tu dialéctica, la imagen que ofreces y te etiquetan. Y quien ó quienes lo hacen, en su día también fueron etiquetados.

jueves, 8 de octubre de 2009

La Buena Suerte

Día 2

Hoy tocaba renovar la tarjeta de desempleo, la ventaja es que puedes hacerlo vía Web si tener que hacer acto de presencia en la oficina del INEM, pero como el trámite no es claro, o más bien que siempre quieres estar completamente seguro de que todo es correcto, al final me pasé para confirmar la renovación.
Ir a una oficina del INEM ofrece una gran oportunidad de ver y escuchar. Puedes encontrar todo tipo de situaciones personales: gente haciendo cola desde primera hora de la mañana, donde observas muchas miradas cabizbajas, dudas, temores, sentimientos de fracaso. Aunque hay gente que no se le caen los anillos por nada, como trataban de mostrarnos en un programa de televisión ayer por la noche, exponer nuestras miserias o fracasos en público nos da sobre todo vergüenza.
Uno de los principales factores en la búsqueda de tu buena suerte es la confianza en uno mismo. Estoy de acuerdo, pero esa confianza debe estar basada en realidades, en poder demostrar tus capacidades y en este mundo competitivo que nos toca vivir en muchas ocasiones te juzgan por tus debilidades.
Pongo un ejemplo otra vez de ese circo tan variopinto que es la televisión. Se trata de un nuevo programa donde “reclutan” a jóvenes talentos para participar en desafíos semanales en el mundo de los negocios con el objetivo de que únicamente uno de ellos sea el triunfador y obtenga como premio “el trabajo de su vida”….
En la prueba de la segunda semana, se decide entre tres miembros del equipo perdedor quien debe ser expulsado, y el resultado es obvio antes de que te lo muestren. Tres personalidades diferentes: el líder, joven, aturdido por perder la prueba de la semana, incapaz de ofrecer un discurso convincente para su defensa a pesar de haber demostrado que le han pisado el rol de líder. A su lado el arrogante, poseedor de una autoconfianza insultante, todas sus intervenciones son exclusivamente para vanagloriarse de su talento y declararse claro vencedor del concurso, es quien da morbo al programa, por supuesto es también quien hace la crítica despótica al líder y quien asume ese papel. Hay un tercer concursante nominado que pasa desapercibido: “ni chicha ni limoná”.
Durante la intervención del empresario que dirige el programa con dos ayudantes, plantea la interesante cuestión de la inteligencia racional y la inteligencia emocional, podéis adivinar cual se otorga a nuestro concursante arrogante. Y haces un discurso donde ensalzas la capacidad de tener inteligencia emocional, y por supuesto no prescindes de quien carece de ella, ¿adivináis quien se fue? Y aunque puede parecer un ejemplo algo extremo por ser un programa de televisión, ¿el mundo real de los grandes negocios es para quienes carecen de escrúpulos, arrogantes y exentos de inteligencia emocional? Parece que es lo que nos quieren decir.

martes, 6 de octubre de 2009

La búsqueda

Dia 1

Continúo la búsqueda, en todos los sentidos. Es totalmente cierto que los seres humanos nos planteamos metas continuamente y el efecto de satisfacción después de haberlas conseguido se esfuma rápidamente.
Siempre existirá alguien que envidie tu situación porque siempre nos fijamos en los demás antes que en nosotros mismos y seguramente será cierto que quien menos tiene antes se contenta y encuentra eso que llamamos felicidad…., o ¿será que no ha visto mas?.
Encontrar un trabajo supone un trabajo en sí mismo, dedicas tiempo, usas las nuevas tecnologías tan potentes por llegar a mucha más gente pero tan frías: tu vida en un blog ó en una base de datos de una empresa, porque eso es realmente lo que eres en Internet, un dato más.

Utilizas los principales foros de empleo para buscar ofertas, nunca eres el primero en subscribirte y te das cuenta que para cualquier posición hay decenas de personas dispuestas a probar, a intentar un cambio o empezar de nuevo, pero claro no cuesta nada, ¿o sí?.
Dispones de nuevas herramientas en la web 2.0: blogs personalizables según el uso que quieras darles, sitios sociales que suponen el punto de encuentro con conocidos y desconocidos, como un ejemplo más de nuestra querida globalización. Wikis donde cualquiera puede aportar su conocimiento. Y utilizas todo para perseguir un ¿sueño?, un cambio en tu vida: otro trabajo, sabiendo en tu interior que eso no supone el cambio real que buscas.
Hoy es el primer día.

lunes, 5 de octubre de 2009

El blog del Parado

Prologo

Si te planteas escribir una historia, lo primero que intentas es recordar los libros que has leído y tratar de emular la narrativa de tus autores y novelas preferidas o aquellas que te han dejado algún tipo de huella. En mi caso pretendo liberarme de pretensiones y únicamente quiero escribir. Pensar que puedo tener la imaginación de J.K Rowling e inventarme una saga de novelas de éxito ó querer escribir como K. Follet manteniendo a los lectores en un estado de continuo interés no puede ser mi meta, yo no soy escritor ó al menos eso creo.

Hoy es lunes, y han pasado casi tres meses desde que deje de trabajar, porque eso fue lo que hice, deje un trabajo de mierda, lo cual en los días que corren puede parecer una frivolidad pero bendita frivolidad para mi alma.

Hay un bombardeo continuo de información, recibimos información de multitud de fuentes, nos convierten en personas pasivas y nos mandan infinitos mensajes, hay libros de ayuda, autoayuda, psicólogos…., pero estamos cansados, nos dejamos llevar y tenemos miedo.
Tenemos miedo al fracaso, a no corresponder las expectativas que otras generan para nosotros, nos hacen compararnos y nos dejamos, nos hacen competir y lo aceptamos, ¿Quién elige nuestra forma de vivir?

Todos estos pensamientos, así descritos si hilo narrativo y algunos más, pasan por nuestra cabeza siempre que tenemos o mejor, nos concedemos un momento para pesar. Si estamos trabajando, el día a día concede muy pocos de estos momentos. Ahora que no trabajo, escurro una bayeta que solo esta húmeda, para intentar obtener gotas de mi esencia, esa gran desconocida para mí.